Cien automotores que funcionan a base de diésel o gasolina saldrán de la flotilla del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y serán sustituidos por vehículos eléctricos.
La institución anunció que la adjudicación fue por $3,5 millones a la firma surcoreana Hyundai. Los fondos provienen de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La compra quedó firme este lunes.
"El ICE busca incentivar la descarbonización del transporte en las instituciones públicas y contribuir activamente a la adopción de la electromovilidad en el país", asegura el comunicado.
Los vehículos estilo sedán corresponden al modelo IONIQ EV 2018 y, según la empresa, se distribuirán en todo el territorio.
A partir de la firma del contrato, el proveedor tiene cinco meses para entregar los vehículos. El cartel licitado incluyó la disponibilidad de un taller especializado y personal capacitado para el mantenimiento y el cumplimiento de la garantía.
La autonomía de las nuevas unidades –distancia que se puede recorrer con la batería totalmente cargada– es de 220 kilómetros, en promedio.
Además, según el Instituto, los vehículos se caracterizan por carecer de mufla, no producir ruido y tampoco utilizar otras sustancias contaminantes como aceites o lubricantes.
A esta adquisición se suman 110 cargadores para las baterías –de 28 kilovatios hora de capacidad–, que tardan unas cuatro horas para hacer una recarga completa.
Los vehículos serán cargados de noche para asegurar su uso durante el día, indicó la entidad.